España y América Latina: el pulso entre el desconocimiento y la oportunidad
Spain and Latin America: The pulse between ignorance and opportunity
Autores
Ríos Sierra, Jerónimo
https://orcid.org/0000-0003-3574-0116
Universidad Complutense de Madrid, España
Datos del artículo
Año | Year: 2021
Volumen | Volume: 9
Número | Issue: 1
DOI: http://dx.doi.org/10.17502/mrcs.v9i1.463
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Primera página | First page: 6
Última página | Last page: 8
Resumen
Palabras clave: AECID, América Latina, Cooperación para el Desarrollo, España; Iberoamérica, Relaciones Internacionales,
Abstract
Key words: AECID, Latin America, Development Cooperation, Spain, Ibero-America; International Relations,
Contenido del artículo
Editorial
El presente monográfico que publica methaodos.revista de ciencias sociales con el título “España y América Latina: una relación compleja y necesaria” es toda una declaración de intenciones desde su propio título. Compleja, en tanto que ha sido y es una relación de altibajos, contradicciones y tensiones irresolutas. Necesaria, porque el acervo cultural y el sentido histórico de su relación atesora un bagaje de posibilidades y oportunidades que pareciera siempre tener ante sí la posibilidad de retomar lo desatendido y recomponer lo maltrecho.
América Latina es una gran desconocida en el imaginario español, tanto en el plano (geo)político como en el académico e intelectual. Los estudios latinoamericanos en España llevan tiempo en horas bajas. A duras penas es posible encontrar asignaturas sobre América Latina en los programas de grado universitarios de ciencias sociales y humanidades. Pírrico es el número de programas que ofertan formación específica en el nivel de máster o doctorado. Contadas son las universidades de referencia con departamentos especializados y trayectorias de largo impacto en el estudio de América Latina y, más particularmente, de la esencia hispano o iberoamericana.
Desde las humanidades se pueden destacar algunos centros y departamentos, como la Escuela de Estudios Hispano-Americanos del CSIC, el Instituto Universitario de Estudios sobre América Latina de la Universidad de Sevilla o el Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá. Igualmente, hay departamentos especializados en Historia de América, en la Universidad Complutense y en la Universitat Jaume I. Del lado de las ciencias sociales y jurídicas son obligada referencia los estudios latinoamericanos que ofrece la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid o la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca.
A las asociaciones no le va mucho mejor, siendo reseñables esfuerzos como los de la Asociación Española de Americanistas o la Asociación Española de Estudios Literarios Hispanoamericanos. También, resultan escasas las revistas científico-sociales, por ejemplo, que se encuentran indexadas en Scopus y que versan stricto sensu sobre los estudios latinoamericanos. Tal es el caso de Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política, Humanidades y Relaciones Internacionales, América Latina Hoy, Temas Americanistas o Iberian Journal of Development Studies, además de otras, con presencia en las humanidades, como Cuadernos Hispanoamericanos, Anuario de Estudios Americanos o Boletín Americanista. En todo caso, es justo reconocer que lo anterior no es ni mucho menos un mal endémico de España, pues basta revisar la base de datos del Journal Citation Report y constatar cómo en la sección sobre estudios de área solo hay cinco revistas con proyección latinoamericana (y ninguna en los cuartiles 1 y 2): Latin American Perspectives, Latin American Research Review, Journal of Latin American Studies, Bulletin of Latin American Research y Latin American Politics and Society. Además, por cierto, ninguna publica en español.
Aun cuando en el ámbito de los think tanks es posible encontrar producción no científica que versa sobre América Latina, tal y como sucede con Política Exterior, CIDOB, Esglobal o el Real Instituto Elcano −sin olvidarnos de la labor de la Fundación Carolina, la Casa América, la FIIAPP o el CEXECI−, lo cierto es que el número de académicos de referencia queda reducido a unas pocas decenas de profesores e investigadores cuya producción científica sobre el estudio de América Latina deviene con cierto impacto.
Este relativo distanciamiento con el conocimiento en y de América Latina desde España se aprecia igualmente en su política exterior. Aunque existe un instrumento como la AECID que, desde hace décadas, capitaliza la relación de la cooperación española con el continente, no se aprecia en el ámbito político-diplomático una estrategia claramente definida y que posicione a España en una región en donde las posibilidades de reconocimiento y beneficio mutuo son tan inconmensurables como relegadas a un plano marginal.
Aun cuando España entra tarde al proceso de integración europeo; las relaciones con América Latina durante buena parte de la Guerra Fría estuvieron patrimonializadas por la noción interamericana del backyard; las condiciones estructurales latinoamericanas no son las mismas que otros lugares del mundo; y la condicionalidad democrática no ha quedado satisfecha hasta llegada la década de los noventa, siguen sin atisbarse estrategias integrales para con América Latina. Estrategias que supongan una apuesta por una agenda distintiva en lo diplomático, económico y cultural, y que trasciendan de una relación de cooperación, acompañada por políticas oscilantes e inversiones sin una hoja de ruta claramente concebida.
También este monográfico es una reivindicación académica por investigar y problematizar la relación iberoamericana, de modo que el conjunto de artículos que lo conforman destaca las múltiples oportunidades por explorar junto a las carencias desatendidas por resolver. Así, son varios los artículos que analizan y reflexionan sobre la misma esencia iberoamericana. De este modo, Castillo y Gil apuntan, como también lo hace Menchero, a la importancia que representa la cooperación para el desarrollo como instrumento promotor del desarrollo y generador de oportunidades socioeconómicas. De hecho, mientras que Menchero destaca cómo dicha cooperación se relaciona directa e indirectamente con el turismo patrimonial de los centros históricos latinoamericanos, Castillo y Gil reconocen a la cooperación como la punta de lanza de una política exterior española que, no obstante, queda carente de una formulación estratégica más profunda y mejor diseñada.
Igualmente, con una perspectiva birregional, hay que destacar los aportes, primero, de Cremades, y después, de Bueno y Gallego Cosme. El primero reflexiona sobre el tratamiento de los “asuntos sensibles” y el papel de las instituciones estatales de seguridad, poniendo en valor los avances y transformaciones experimentadas en España e invocando más cooperación intergubernamental y mayor profundidad en el diseño de las agendas. Aun cuando hay similitudes de partida, como el carácter reciente de este tipo de estudios o la influencia de pasados recientes dictatoriales, el autor destaca cómo la reinstitucionalización, el sometimiento al poder civil, el proceso de modernización y la profesionalización son elementos para considerar al otro lado del Atlántico. Ello, aprovechando el marco que, como apuntan Bueno y Gallego Cosme, puede apreciarse en el marco de cooperación en defensa. Un campo que, si bien ha permitido explorar un mayor nivel de aproximación con las agendas militares del continente, nuevamente se ha realizado sin un enfoque teóricamente definido y desde un planteamiento ambiguo y carente de estrategia.
Otra forma de atender y entender la relación de España con América Latina resulta a través de las representaciones y construcciones que proyectan los medios de comunicación. A tal efecto, Gálvez y García de las Heras, desde un ejercicio de geopolítica crítica, intentan analizar cómo se construyen discursos particulares, observando el modo en que informan los medios de prensa. Haciendo uso del tratamiento informativo de El País, La Vanguardia y ABC, abordan los sesgos, prioridades y planteamientos que producen sobre el debate político en relación con las tres cumbres iberoamericanas que se han celebrado en España (1992, 2005, 2012). De otra parte, el artículo de Herrero tiene un punto de partida similar, aunque con intenciones y resultados diferentes. Es decir, recurriendo a las hemerotecas de Diario 16, El País y ABC, intenta presentar la forma en la que el Gobierno de Adolfo Suárez trató de llevar a cabo una política de aproximación con América Latina. Lo anterior, confiriendo a Televisión Española una labor de más información y conocimiento, inscrita en una praxis política de diversificación, con la que trascender de los anclajes europeos y americanistas, que eran concebidos como los más importantes en ese momento.
Del lado de los estudios de caso, es posible encontrar tres artículos que versan sobre Brasil, Colombia y Argentina. Retomando la idea inicialmente propuesta de desconocimiento, pragmatismo y sentido oscilante, la aportación de Sergio Caballero, precisamente, ahonda en el sentido de la relación política de España con Brasil, siendo posible encontrar una condición prevalente de oportunidad y carente de sentido estratégico. Así, si bien ha habido momentos de mayores posibilidades de aproximación, como los casos de Cardoso/Aznar o Lula/Zapatero, los códigos geopolíticos para la región y el planteamiento macro de las relaciones político-diplomáticas han resultado mayormente desarrollados desde posiciones marcadamente dispares.
Algo similar es posible encontrar con Colombia. En su artículo, Jimena Ñáñez muestra el impacto de la política de cooperación española en relación con la construcción de paz en el país. Empero, nuevamente, las divergencias resultan importantes, tal y como evidencia el muy segundo plano adoptado por España durante el proceso de diálogo con la guerrilla de las FARC-EP. Aunque deviene innegable la promoción de políticas centradas en una dimensión normativa, muy próxima a la desarrollada desde Europa, la irrelevancia y la distancia han lastrado la relación hispano-colombiana en las últimas dos décadas. Esto es, redundando en el sentido coyuntural e intermitente del vínculo bilateral, y entendiendo cualquier momento de proximidad, a hechos puntuales como las celebraciones del Quinto Centenario (1992) o la amistad entre los presidentes Andrés Pastrana y José María Aznar.
El tercer estudio sería el de Rivero y Martínez, centrado en las migraciones desde España hacia Argentina y que recurre a un denso trabajo de campo que incorpora más de 30 entrevistas en profundidad. Con ellas se intenta mostrar los sentidos de la ciudadanía múltiple y, en particular, el valor simbólico-cultural que implica el pasaporte europeo para los argentinos que retornan desde España, tras la crisis de 2008. Así mismo, el componente de artículos encontraría como perfecto corolario al trabajo de Isabel Wences. Este recurre a la perspectiva decolonial para abrir un debate crítico, problemático y díscolo, que ubica en el centro de la discusión la necesidad de revisar, desde un mayor y mejor conocimiento, y una mayor simetría, un vínculo iberoamericano que debe superar un (sin)sentido paternalista. Algo que, como sostiene la autora, hasta el momento, ha dificultado más que favorecido la relación birregional.
Finalmente, el monográfico culimina, antes de la crítica de libros, con dos notas de investigación, así mismo centradas en estudios de caso y con una compartida naturaleza exploratoria. La propuesta de Clara Arias se focaliza en un objeto de estudio apenas atendido, relacionado con el soft power y la diplomacia cultural y empresarial en caso específico de Uruguay, en donde el Grupo Santillana se erige como editorial de referencia en la producción y publicación de material escolar. De otro lado, Jerónimo Ríos aborda el caso colombiano, en unos términos similares a los inicialmente expuestos por Ñáñez, pero más centrado en la situación ambivalente que la construcción de paz genera para la cooperación española. Primero, por la situación de Colombia como país de renta media y, después, por el propósito de mantener un sello distintivo que hunde sus raíces en los años noventa, pero que corre el riesgo de ir perdiendo relevancia habida cuenta del cambio de prioridades para la agenda española y la incardinación de sus acciones en intervenciones multilaterales, como las desarrolladas por la Unión Europea y Naciones Unidas.
En conclusión, miradas birregionales y estudios de caso; planteamientos desde una agenda de cooperación, seguridad, defensa, turismo, cultura o migraciones; y posiciones más optimistas junto con postulados de naturaleza más crítica, desembocan en un monográfico que, esperamos, cumpla con las expectativas del lector. Un monográfico cuya esencia, como expresa su título, es reconocer que la relación de España con América Latina resulta, en realidad, tan compleja como necesaria.
Breve curriculum de los autores
Ríos Sierra, Jerónimo
Jerónimo Ríos Sierra es Investigador postdoctoral del programa de excelencia “Atracción del Talento Investigador 2018” de la Universidad Complutense de Madrid y que cofinancia la Comunidad de Madrid. Sus principales líneas de investigación son la violencia política y la construcción de paz en América Latina, habiendo publicado un total de 65 artículos científicos y 40 colaboraciones en libros.