Año | Year: 2024

Volumen | Volume: 12

Número | Issue: 2

DOI: https://doi.org/10.17502/mrcs.v12i2.743

Recibido | Received: 20-12-2023

Aceptado | Accepted: 14-2-2024

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Última página | Last page: 2

El ensayo es el vehículo por el cual intelectuales y observadores de la realidad, participantes o no de la práctica docente y la investigación académica, ofrecen al público interesado en los temas sociales, económicos, políticos y culturales reflexiones sobre los problemas existentes y las posibles rutas a seguir. Dentro de esta tradición, Valdés Ugalde expone y argumenta una serie de dificultades que enfrenta la democracia contemporánea, a partir de constatar la existencia de otros modos de organización del poder político que se contraponen a este arreglo social. 

Palabras clave: democracia, polarización, populismo, liberalismo, autoritarismo,

The essay is the vehicle which thinkers, analysts, teachers and academic researchers use to offer to the people interesed in social, economics, politics and culturals issues reflections about the real problems and the ways to follow. In the tradition of the public debat, Valdés Ugalde exposes and give arguments on contemporary democracy difficults, showing the existence of other forms to organice the political power that are opposed to this social agreement.

Key words: democracy, polarization, populism, liberalism, autoritarism,

Crítica del libro: Ensayo para después del naufragio. Democracia, derechos y Estado en los tiempos de la ira

Francisco Valdés Ugalde, observador atento del acontecer político latinoamericano e investigador en el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, publicó Ensayo para después del naufragio. Democracia, derechos y Estado en los tiempos de la ira, bajo el sello de Debate. Se trata de un trabajo que, desde la teoría política, analiza algunos de los problemas más acuciantes de la época contemporánea. Para él, la confrontación entre las formas de gobierno democráticas y las prácticas autoritarias de abuso del poder y de cancelación de libertades y derechos es el más grave.

Desde la década de los ochenta del siglo XX, menciona Valdés Ugalde, la democracia había sido el arreglo político y social que, lejos de estar exento de dificultades y contradicciones internas, daba una solución medianamente aceptable a las demandas de la ciudadanía y equilibraba el peso de los actores en disputa con instituciones abiertas al escrutinio público. Sin embargo, ese acuerdo político fundamental se ha ido echando por tierra ya que, en años recientes, con la presencia de dirigentes partidistas, parlamentarios y del gobierno con un corte autoritario y personalista, aunado a la agudización de los problemas nacionales e internacionales, y la ineficacia de los organismos multilaterales, la vía democrática parece ser cambia-da por opciones aparentemente más rápidas para salir del atolladero en la que se encuentran las sociedades.

Se dice que es necesario modificar el rumbo, pero hacia dónde. Es lo que hay que preguntarse. ¿Se está dispuesto a sacrificar la democracia en aras de respuestas que dan la ilusión de ser ejecutivas? Los atajos ofrecidos por las opciones autoritarias lejos de solucionar los problemas, los exacerban porque rechazan la diversidad y el diálogo.

Es notoria la preocupación de quien fuera parte del Grupo de Reflexión del Secretario General de la OEA entre 2008 y 2015: los arreglos colectivos fundamentales son perjudicados por la polaridad. La obra traza líneas para identificar y sortear las regresiones políticas en clave de derechos. La gramática que se propone está construida a partir de dar cuenta de la relevancia perenne de la relación e influencia entre los derechos humanos y la democracia en la política y el Estado.

Para ello, el libro contiene cinco capítulos: 1. La globalización y el cambio del orden político. A manera de exordio sobre interrogantes abrumadoras; 2. Liberar al liberalismo; 3. Derechos humanos, democracia y Estado en la tercera ola de la autocracia; 4. El vacío de la pos-política. Hacia un Estado más allá de la nación, y 5. El futuro de la política democrática. Hay también un epílogo y un prólogo, este último escrito por el profesor Roger Bartra que, más allá de una invitación a la lectura del libro, es una reflexión adicional a las propuestas planteadas por Valdés.

Bartra plantea la existencia de una nueva Guerra Fría a partir de la existencia y, a veces choque, de dos modelos que se disputan la legitimidad, aunque, de forma paradójica, tienen problemas con ella: las democracias de corte liberal que no resuelven con éxito las tensiones y enfrentamientos entre las identidades y el muy preocupante incremento de las desigualdades, y lo que él denomina “sistemas despóticos”, con una forma vertical de mando que es cuestionada por el capitalismo. Roger Bartra agrega que estos dos modelos están amenazados, a su vez, por oligarquías trasnacionales y élites cleptocráticas.

La punga por el establecimiento de un nuevo orden político es real y sus efectos se sienten. Es notoria la presencia de una regresión democrática global, cuyas consecuencias inmediatas son claras, pero no tanto las de largo plazo. ¿Se podrá retornar al estado anterior de cosas? Es poco probable que haya una restitución, si acaso puede emplearse esa palabra, de lo que se perdió. Habrá que emprender un proceso, no sin accidentes, de construcción de un nuevo piso de entendimiento para dar pie a nuevas formas de cooperación.

La erosión democrática es un problema que está permeando las investigaciones en las ciencias sociales, en general, y en la ciencia política, en particular, ya que la ciudadanía, fatigada de los pocos resultados que ha dado el modelo político prevaleciente y de los escándalos de corrupción de los gobernantes, busca en personas que se dicen “no políticas”, con discursos estridentes, nuevos líderes que asuman el control del aparato gubernamental y solucionen, de forma inmediata, los graves problemas existentes. Aunque en ello se vaya el catálogo de derechos que caracterizan la convivencia democrática. La emergencia e influencia de gobernantes como Trump, Orbán, Erdogan y, recientemente, Milei, dan cuenta de un proceso notorio de alcance global de retroceso democrático. En un periodo de diez años, entre 2008 y 2018, el número de democracias en el mundo se redujo de 44 a 39, de acuerdo con el Proyecto “Variedades de la Democracia” (V-Dem 2019). La integridad de las elecciones y la calidad del desempeño gubernativo ponen en juego la viabilidad de la democracia como modelo de organización y ha evidenciado, como si fuera necesario, que la ruta democrática no es lineal ni progresiva. Un país puede estancarse o retroceder hacia un estado anterior.

“Donner (2020) encuentra tres características principales del impulso autoritario de la última década: primero, las democracias ‘viejas’ y ‘nuevas’, ‘consolidadas’o ‘en consolidación’, por igual, han visto crecer las amenazas internas, que recurren a un diverso repertorio de estrategias autocratizantes. Por otro lado, los atributos autoritarios han conseguido sobrevivir, adaptarse y fortalecerse, en lugar de ser combatidos por los debilitados anticuerpos (culturales, económicos e institucionales) de los regímenes democráticos” (Del Tronco y Monsiváis-Carrillo, 2020, p. 4)^Ref1.

Este Ensayo para después del naufragio es una crítica al liberalismo y a las promesas incumplidas de la democracia, como nombrara Norberto Bobbio a un conjunto de temas pendientes dentro del Estado-nación; en particular, a la desigualdad que se recrea en todos los campos y latitudes, y lastima la condición ciudadana de las personas, volviéndolas súbditos. Si el liberalismo tiene en el individuo al motor de la sociedad y de la historia, el debilitamiento de la democracia liberal hace mutar al protagonista, convirtiéndolo en un sujeto lejos de ser autónomo y capaz de decidir en un plano de libertad.

Una paradoja subyace a la dicotomía democracia vs. autocracias. Los efectos de la globalización que diseminaron las viejas formas democráticas de representación política ahora dispersan los discursos totalizadores. No podría ser de otra manera puesto que la presencia de los medios de comunicación tradicionales y digitales forman parte de este tiempo. Pero en la globalización se encuentra la manera para contrarrestar a los regímenes que se alejan de la democracia porque si bien esta es un conjunto de reglas y procedimientos, también representa -y más importante aún- un proyecto cultural y civilizatorio. Precisamente ahí radica su relevancia, la necesidad de su permanencia y su incontestable triunfo.

1) Del Tronco, J. y Monsiváis-Carrillo, A. (2020). La erosión de la democracia. Revista de Estudios Sociales (74), 2-11. https://doi.org/10.7440/res74.2020.01